ORACIONES INICIALES

martes, 13 de octubre de 2020

VOLUMEN11, CAP 5.6.7

  

11-5

Febrero 18, 1912

 


Cómo quien vive de la vida de Jesús, puede decir que su vida ha terminado.


 


(1) Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre y todo amable Jesús ha venido y me ha dicho:


(2) “Hija mía, todo lo que haces por Mí, aún un respiro, entra en Mí como prenda de tu amor por Mí, y Yo en correspondencia te doy mis prendas de amor, así que el alma puede decir: “Yo vivo de las prendas que me da mi amado Jesús”.


(3) Después ha agregado:


(4) “Hija amada mía, viviendo tú de mi Vida, se puede decir que tu vida ha terminado, que no vives más, así que no viviendo más tú, sino Yo en ti, todo lo que te hacen, agradable o desagradable, Yo lo recibo como hecho propiamente a Mí; y esto lo puedes comprender porque ante eso que te hacen, agradable o desagradable, tú no sientes nada, esto significa que debe ser otro quien siente ese gusto o ese disgusto, ¿y quién otro lo puede sentir sino Yo que vivo en ti y que te amo tanto, tanto?”


 

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11-6

Febrero 24, 1912

 


El alma que hace la Divina Voluntad pierde su


temperamento, y adquiere el temperamento


de Jesús. Sonrisa de Jesús.


 


(1) Habiendo visto varias almas alrededor de Jesús, especialmente una muy sensible, Jesús me ha dicho:


(2) “Hija mía, las almas de temperamento sensible, si se ponen al bien, hacen más progreso que las otras, porque su sensibilidad las lleva a empresas grandes y arduas”.


(3) Yo le he rogado que le quitara ese resto de sensibilidad humana que le quedaba, que la estrechara más a Él, que le dijera que la amaba, pues al oírse decir que la amaba la conquistaría del todo; verás que lo lograrás, ¿no me has vencido a mí así, diciéndome que me amabas tanto, tanto?


(4) Y Jesús: “Sí, sí, lo haré, pero necesito su cooperación, necesito que huya cuanto más pueda de las personas que le excitan la sensibilidad”.


(5) Entonces yo he agregado: “Amor mío, dime, y mi temperamento, ¿cuál es?”


(6) Y Jesús: “Quien vive en mi Voluntad pierde su temperamento y adquiere el mío. Así que en el alma que hace mi Voluntad se descubre un temperamento afable, atrayente, penetrante, digno y a la vez sencillo, de una sencillez infantil, en suma, me asemeja en todo. Más bien, más todavía, tiene en su poder el temperamento como lo quiere y como se necesita, pues como vive en mi Voluntad toma parte en mi Potencia, por lo tanto tiene las cosas y a sí misma a su disposición, así que según las circunstancias y las personas con las que trata, toma mi temperamento y lo desarrolla”.


(7) Y yo: “Dime, ¿me das un primer puesto en tu Querer?”


(8) Jesús sonriendo: “Sí, sí, te lo prometo, de mi Voluntad no te haré salir jamás, y tomarás y harás lo que quieras”.


(9) Y yo: “Jesús, quiero ser pobre, pobre y pequeña, pequeña; de tus mismas cosas no quiero nada, mejor que las tengas Tú mismo, yo sólo te quiero a Ti, y conforme necesite las cosas Tú me las darás, ¿no es verdad, ¡oh! Jesús?”


(10) Y Jesús: “Bravo, bravo a mi hija, finalmente he encontrado una que no quiere nada; todos quieren alguna cosa de Mí, pero no el Todo, esto es, a Mí mismo; en cambio tú, con no querer nada has querido todo, y aquí está toda la fineza y la astucia del verdadero amor”.


(11) Yo he sonreído y Jesús ha desaparecido.


 

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11-7

Febrero 26, 1912

 


El mendigo de amor. La criatura está hecha sólo de amor.


 


(1) Regresando mi todo y siempre amable Jesús, me ha dicho:


(2) “Hija mía, Yo soy Amor, e hice a las criaturas todo amor: los nervios, los huesos, las carnes, son tejidos de amor; y después de haberlas tejido de amor hice correr en todas sus partículas, como cubriéndolas con un vestido, la sangre, para darles vida de amor, así que la criatura no es otra cosa que un complejo de amor, y no se mueve por ninguna otra cosa sino sólo por amor; a lo más puede haber diversidad de amores, pero siempre por amor se mueve, puede haber amor divino, amor de sí misma, amor de criaturas, amor perverso, pero siempre amor, no pude hacer de otra manera porque su vida es amor, creada por el Amor Eterno, por lo tanto, llevada por una fuerza irresistible al amor, así que la criatura, aún en el mal, en el pecado, en el fondo debe tener un amor que la empuja a hacer ese mal. ¡Ah, hija mía! ¿Cuál no será mi dolor al ver en las criaturas la propiedad de mi Amor que he puesto en ellas, profanado, contaminado en otro uso? Yo, para custodiar este amor salido de Mí y dado a las criaturas, me estoy en torno a ellas como un pobre mendigo, y conforme la criatura se mueve, late, respira, obra, habla, camina, le voy mendigando todo, y le pido, le suplico y le ruego que me dé todo a Mí diciéndole: “Hija, no te pido sino lo que te he dado, es por tu bien, no me robes lo que es mío: El respiro es mío, respira sólo para Mí; el latido, el movimiento son míos, late y muévete sólo por Mí, y así de todo lo demás”. Pero con sumo dolor soy obligado a ver que el latido toma un camino, el respiro otro camino, y Yo, el pobre mendigo, me quedo en ayunas, mientras que el amor de sí misma, de las criaturas, de las mismas pasiones, quedan saciados; ¿puede haber injusticia mayor que ésta? Hija mía, quiero desahogar contigo mi Amor y mi dolor, pues sólo quien me ama me puede compadecer”.

11-28 214 de 1912 con su vida oculta Jesús santificó divinisó todas las acciones humanas

   Buenas noches, cómo estamos? Aquí nuevamente con su programa libro de cielo y acompañados por el doctor buenas un programa en estamos tra...