LA
BATALLA EN LA DIVINA VOLUNTAD
JESÚS
NOS INVITA A LUCHAR.
JESÚS
LUCHA CON SUS CONOCIMIENTOS, CON LOS EJEMPLOS, CON LAS ENSEÑANZAS;
EL
ALMA LUCHA CON RECIBIRLOS,
CON
SEGUIR LOS ACTOS DE SU VOLUNTAD EN LA CREACIÓN Y REDENCIÓN.
Luisa
Piccarreta. Libro de Cielo. Volumen 20. 19 de febrero 1927.
Estaba
siguiendo mi vuelo en el Fiat Divino y mi dulce Jesús se hacía ver que salía de
dentro de mi interior, y entrelazaba sus manos con las mías invitándome a luchar
con Él, yo era pequeña, pequeña, y no me sentía hábil y fuerte para luchar con
Él, mucho más porque salió una voz de dentro de una luz que decía: “Es
demasiado pequeñita, ¿cómo puede vencer en esta lucha?” Y Jesús ha respondido:
“Más bien porque es pequeña puede vencer, porque toda la fuerza está en la
pequeñez.” Yo estaba desconsolada, no me atrevía a luchar con Jesús, y Él
incitándome a la lucha me ha dicho:
“Hija mía, ánimo, inténtalo; si tú
vences vencerás el Reino de mi Voluntad, no te debes detener porque eres
pequeña, porque he puesto a tu disposición
toda la fuerza de las cosas creadas, así que junto contigo lucha toda
la fuerza que contiene el cielo, el sol, el agua, el viento, el mar, todos me
dan batalla; la hacen junto conmigo para hacerme ceder el Reino del Fiat Divino,
la hacen a las criaturas con las armas que cada cosa creada tiene en su propio
puño, para rendirlas a reconocer mi
Voluntad, a fin de que la hagan reinar como la hacen ellas reinar, y
queriendo vencer, todas se han puesto como en orden de batalla, y viendo que
las criaturas resisten, queriendo vencer por fuerza porque tienen con ellas la
fuerza de aquella Voluntad que las anima y domina, con las armas que poseen
derriban gentes y ciudades con tal imperio que ninguno las puede resistir; tú
no puedes comprender toda la fuerza y potencia que contienen todos los
elementos, que si mi Querer no los tuviera como frenados sería tan encarnizada
la batalla, que de la tierra harían ruinas. Ahora, la fuerza de ellas es también tuya, y por eso tú gira en medio de ellas para
ponerlas en orden de batalla, tus
actos, tu pedir continuo el Reino del Fiat Supremo llama para poner
atenta a toda la Creación, y mi Voluntad moviéndose en ella pone todos sus
actos en oficio regio para dar y hacer vencer su Reino en medio de las
criaturas. Por lo tanto, es mi mismo
Querer el que lucha, que da batalla con mi misma Voluntad para el triunfo de su
reino. Así que tu lucha está animada por Ella, la cual tiene fuerza
suficiente e irresistible para vencer. Por eso lucha, porque vencerás; y
además, luchar para vencer el Reino
del Fiat Supremo es la lucha más santa que puede existir, es la batalla
más justa y más de derecho que se puede hacer. Tan es verdad, que mi mismo Querer desde que
formó la Creación empezó esta batalla y esta lucha, y se rendirá sólo cuando
venza completamente. ¿Pero quieres sabes cuándo luchas conmigo y Yo contigo? Yo
lucho cuando te manifiesto los conocimientos sobre mi Eterno Fiat, así que cada
dicho, cada conocimiento, cada semejanza que se refiere a Él, es una lucha y
una batalla que hago contigo para vencer tu voluntad, ponerla en su puesto
creado por Nosotros, llamarla casi por vía de lucha al orden del Reino de mi
Divino Querer, y mientras lucho
contigo para subyugar tu voluntad, la inicio en medio de las criaturas.
Lucho contigo cuando te enseño el camino que debes hacer y lo que debes hacer
para vivir en mi Reino, las felicidades, las alegrías que debes poseer; en
suma, lucho por vía de luz que contienen mis conocimientos, lucho por vía de
amor y con los ejemplos más tiernos en modo de no poder resistir a mi lucha,
lucho por medio de las promesas de felicidad y de alegrías sin fin; mi lucha es
persistente y no me canso jamás, ¿pero para vencer qué cosa? Tu voluntad, y en
la tuya a aquellos que reconocerán la mía para vivir en mi Reino. Y tú luchas
conmigo cuando recibes mis conocimientos y poniéndolos en orden en tu alma
formas el Reino de mi Fiat Supremo en ti, y haciéndome lucha buscas vencer mi Reino.
·
Cada acto tuyo hecho en mi
Voluntad es una lucha que me haces;
·
Cada giro que haces por todas las cosas
creadas para unirte a todos los actos que Ella hace en toda la Creación, llamas
a toda la Creación a mover batalla para vencer mi Reino, moviendo a mí misma
Voluntad dominante en todas las cosas creadas para dar batalla a mí misma
Voluntad para establecer su Reino.
Y
por eso en estos tiempos, el viento, el agua, el mar, la tierra, el cielo,
están más que nunca todos en movimiento, moviendo batalla contra las criaturas,
sucediendo fenómenos nuevos, y cuántos más sucederán, destruyendo gentes y
ciudades, porque en las batallas es
necesario disponerse a sufrir pérdidas y muchas veces aun por parte de quien
vence; sin batalla no ha habido jamás conquistas de reinos, y si esto ha
habido, no han sido duraderas.
Luchas
conmigo cuando invistiendo todo lo que
Yo hice y sufrí en mi Humanidad, esto es, en mis lágrimas, en mis penas
más íntimas, en mis oraciones, en mis pasos, en mis palabras y hasta en las
gotas de mi sangre, imprimes tu te amo
y por cada uno de mis actos me pides que venga el reino de mi Fiat Supremo,
¿quién puede decirte la lucha que me haces? Mueves a mis mismos actos para
hacerme batalla para vencerme a cederte mi reino. Por eso Yo lucho contigo y tú luchas conmigo, es necesaria esta
lucha, tú para vencer mi reino y Yo para vencer tu voluntad y para iniciar la
batalla en medio de las criaturas para establecer el reino de mi Supremo
Querer.
Yo
tengo mi misma Voluntad, toda su Potencia, Fuerza e Inmensidad para vencer, tú tienes mi misma Voluntad y a tu
disposición toda la Creación y todo lo que Yo hice de bien en la Redención,
para adiestrar un ejército formidable para mover batalla y vencer el reino
del Fiat Supremo. Mira, también cada palabra que escribes es una lucha que me
haces y un soldado de más que colocas en el ejército que debe vencer el reino
de mi Voluntad.
Por
eso sé atenta hija(o) mía, que son tiempos de lucha y es necesario usar todos
los medios para vencer.”
FIAT
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